Actividad para peques: Excursión al punto de recogida

Una de las cosas maravillosas de tener niñxs en casa es que resulta muy fácil convertir cualquier cosa, cualquier situación en una gran experiencia. En este caso, puedes convertir el “marrón” de ir al  punto de recogida a tirar viejos electrodomésticos, juguetes que ya no van o muebles rotos en una buena oportunidad para aprender más sobre reciclaje para nuestros hijos e hijas.

Hace un par de semanas hicimos limpieza de cacharros en casa. Resultado: una cafetera, dos pantallas de ordenador, una torre de pc, varios juguetes electrónicos, todo roto e inservible, además de algunas viejas piezas de un electrodoméstico que ni siquiera tenemos ya, decenas de pilas usadas y algunas bombillas que no van. Como sabes, todos estos desechos no se tienen que tirar al contenedor tal cual, sino que se tienen que llevar a un punto de recogida o punto limpio para su correcto tratamiento. También es cierto que es posible pedir que lo vengan a recoger, pero en este caso vimos una buena oportunidad para enseñar a A. el ciclo de vida de los objetos y el reciclaje.

Así que allí fuimos, con el maletero del coche cargado de trastos rotos e inútiles. Al llegar, pudimos ver montones y más montones de desechos, separados por categorías (grandes electrodomésticos, objetos electrónicos, restos de poda, runas, neumáticos…). Así le explicamos a A. que lo que tiramos a la basura, si no se recicla, se queda apilado en algún sitio, y lo malo que es esto para la naturaleza, los animales e incluso las personas. Luego el encargado del punto de recogida, un señor muy amable, dedicó unos minutos a explicar a A. lo que ocurriría con todos esos objetos que llevamos: vendría un camión para llevárselos, desmontarlos y sacar todo lo que se puede reciclar y reutilizar, para que así ese objeto tenga una vida nueva.


Tras eso, A. se despidió de sus juguetes rotos, y los dejó en el montón indicado. Todo esto no nos tomó más de 15 minutos. Pero el impacto en ella ha sido muy positivo. Esa misma tarde, de paseo por la ciudad, tras terminar de comer unas galletas le pedí que tirara el envoltorio en una papelera. Ella miró la papelera y me preguntó si eso sería reciclado después. Cuando le dije que no, insistió en guardar el envoltorio hasta ponerlo en un contenedor de reciclaje. 

Como veis, esta es una forma fácil de enseñar a lxs niñxs qué ocurre con los desechos, por qué es importante el reciclaje, así como ayudarles a ser más conscientes de que los recursos son finitos. ¡Todo ventajas! :)

Actividad para niños: Excursión al punto de recogida - La familia Menta

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