Dieta flexitariana: Motivos ecologistas para evitar la carne

Normalmente, cuando se habla de razones por las que es aconsejable optar por una dieta sin carne ni pescado, los dos principales argumentos están relacionados con el respeto por los animales así como con la salud. Pero además de éstos, hay otros motivos muy importantes para evitar la carne: el cuidado del medio ambiente. Y es que la ganadería tiene efectos devastadores para nuestro planeta. En este artículo os propongo algunos de los principales motivos ecologistas para evitar el consumo de carne y pescado.

Consumo de agua

No existe un consenso sobre la huella hídrica de los diferentes tipos de cultivo y ganaderia. Pero según Beckett y Oltjen del Dpto.de Ciencias Animales de la Universidad de California, para producir un kilo de carne bovina se necesita alrededor de 3.700 litros de agua aproximadamente, mientras que un kilo de trigo, 120 litros. La diferencia, pues es abismal, y esto siendo uno de los estudios más conservadores que he encontrado a la hora de preparar este artículo. De hecho, según la investigadora del Instituto de Derechos Humanos de la Universitat de València (IDH) Raquel Vañó, "el consumo de agua del sector ganadero supera el 8% del consumo humano en un planeta en el que más de mil millones de personas no tienen agua suficiente para cumplir con los niveles mínimos de salud".

Contaminación del suelo y el agua

Además de consumir mucha agua, la ganadería también la contamina. La producción industrial de animales para el consumo humano contamina de forma directa las napas subterráneas, las aguas superficiales y los ríos a causa de residuos ganaderos, pero también de forma indirecta a través del uso de pesticidas y agregados alimentarios (hormonas, antibióticos, etc.) para el ganado. Y por si fuera poco, este sector es responsable también de dos tercios de la contaminación por amoniaco, responsable entre otras cosas de la lluvia ácida.

Contaminación del aire

La ganadería es la responsable de la emisión del 14% de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) según Greenpeace, y un 20% según la FAO. Sea como sea, es más de lo que contamina todo el sector del transporte.estas emisiones vienen sobre todo de los procesos digestivos de los rumiantes, que producen cantidad enormes de metano, y del consumo de combustibles fósiles para la producción de alimentación animal, elaboración y transporte de carne, que genera óxido nitroso.

Deforestación y amenaza a la biodiversidad

Uno de los principales motivos de la deforestación del Amazonas, entre otros, es la creciente y continua necesidad de cultivos para forraje y grano destinados a la alimentación de ganado. De hecho, esta industria deforesta más incluso que el aceite de palma.

La pérdida de zonas forestales también supone un peligro inminente para la biodiversidad del planeta. Según la FAO, los animales para la producción de carne y leche suponen ya el 20 por ciento de toda la biomasa animal terrestre. La presencia de ganado en grandes extensiones de tierra y la demanda de cultivos forrajeros también contribuyen a la pérdida de biodiversidad. En la lista de 24 tipos de ecosistemas importantes, los estudios indican que hay 15 que se encuentran amenazados por esta causa. 

Consumo de grano

Como comentado, la cantidad de grano consumido por la industria ganadera es brutal. De hecho, se estima que se necesita de media 25 kilos de grano para producir un kilo de carne. Todo esto tiene efectos muy negativos no solamente en el medio ambiente, sino que también en la población de los países en vía de desarrollo. La elevada demanda mundial de grano para alimentación de ganado provoca una subida de precios importante, que hace más difícil a los habitantes de los países menos privilegiados alimentarse a sí mismos. Este grano, en cambio, podría utilizarse para alimentar a personas, y el agua para regar cultivos.

Para terminar, y por si todavía no estáis convencidos de la necesidad de reducir el consumo de carne, os dejo el documental Cowspiracy, uno de los muchos que trata este tema.

¿Os hacen falta más motivos para reducir el consumo de carne? No hace falta un cambio radical de dieta, pero sí una concienciación, y cambios en los hábitos que tenemos y que inculcamos a nuestros hijos e hijas. Por ejemplo, empezando por un día a la semana sin carne. Luego dos, si la cosa va bien. Y así reducir el consumo hasta optar por una alimentación flexitariana (con base vegetariana que puntualmente come algo de carne), o incluso vegetariana. ¡Es más fácil de lo que parece!